La espiritualidad fue primero absorbida y vivida por el mismo San Antonio María Zaccaria y luego propuesta a los “Hijos y Plantas de Pablo”. La dinámica del camino espiritual “paulino” de Antonio Maria Zaccaria la encontramos en la lectura de sus escritos, cuyas “etapas” principales son las siguientes:
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Observancia del Decálogo. (Sermón 1º)
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Gradual crecimiento del fervor cristiano. (Sermón 2º)
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Conocimiento de la “luz” y el “fuego” necesarios para empezar con decisión el camino de la reforma. (Carta 12)
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Deseo de alcanzar una perfección total. (Cartas 10 y 11)
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Buscar ante todo el puro honor (y Gloria) de Dios. (Constituciones nº 16 y 18)
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Abrazar apasionadamente una teología de la Cruz. (Cartas 4 y 5)
El Camino Espiritual “Paulino” de Antonio María Zaccaria, se apoya en las pautas esenciales y en los elementos fundamentales de toda espiritualidad:
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Eucaristía (Sermón 3)
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Oración, especialmente la mental (meditación) (Carta 3)
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Contemplación (Sermón 3)
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Compromiso Ascético (Carta 11)
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Silencio Interior y exterior (Constituciones 18. 12 y Carta 9)
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Estudio de la Sagrada Escritura (Constituciones 8)
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Estudio de la Tradición de la Iglesia (Const. 8)
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Encuentros espirituales (Constituciones 9)
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Responsabilidad personal para un crecimiento comunitario (Constituciones 12)