Con el Domingo de Resurrección comienza los cincuenta días del tiempo pascual que concluye con la Solemnidad de Pentecostés.
La Octava de Pascua se trata de la primera semana de la Cincuentena; se considera como si fuera un solo día, es decir, el júbilo del Domingo de Pascua se prolonga ocho días seguidos.
Las lecturas evangélicas se centran en los relatos de las apariciones de Cristo Resucitado y las experiencias que los apóstoles tuvieron con Él.
En este tiempo litúrgico, la primera lectura que comúnmente se toma del Antiguo Testamento, se cambia por una de Los Hechos de los Apóstoles.
El segundo Domingo de Pascua también es llamado Domingo de la Divina Misericordia, según la disposición de San Juan Pablo II durante su pontificado tras la canonización de su compatriota Faustina Kowalska.
El decreto fue emitido el 23 de mayo del 2000 por la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, detallando que ésta tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia».